Corría el año 2010, cerca de navidad. Era una tarde de un día viernes y estaba pronto a salir con Macarena, quien se convertiría unos meses mas tarde en la mujer de mi vida. Nos conocimos en el verano del 2009 mas menos por casualidad. Saliamos de vez en cuando, me gustaba pasar tiempo junto a ella. Era una mujer muy especial, su belleza me encandilaba y su inteligencia enajenaba mis sentidos. No había conocido a nadie como ella, ni creo que conoceré jamás a alguien igual.
Aquel viernes 17 de diciembre, nos encontramos en el centro. Después de compartir unas cervezas y de charlar por largo rato no tenía la mas mínima intención de despedirme de ella, se veía hermosa, siempre me gustó la forma en la que se vestía, con sus largos abrigos y esos grandes botones. Sus ojos brillaban y me incendiaban por dentro. Definitivamente estaba atrapado en su persona. Habría querido besarla en ese mismo momento, pero mi timidez me lo impedía, y los deseos de que esto fuera serio mermaban mis mas íntimos anhelos. Esa noche todo era perfecto.
La invite a caminar por la costa, a las rompientes de las olas. Era una noche clara y fría, muy fría, quizás porque ya era tarde. Nos detuvimos frente a una banca y observamos el vaivén del mar, el frío, su compañía, su belleza, el golpetear de las olas, todo era romántico para mi, todo era perfecto en ese momento. Hacia el oeste se divisaba la Luna, justo por encima del mar, su tonalidad rojiza era todo un espectáculo a esas horas.
Quizá sea una foto simple y hasta fea para muchos, pero las fotografías tienen la capacidad de guardar momentos únicos, instantes que después de mucho tiempo al volver a verlas te despiertan infinidad de sentimientos.
La foto fue tomada la madrugada del sábado 18 de diciembre del 2010 a las 4:13 hrs.
Esta foto para mi significa muchas cosas, y los recuerdos que trae a mi mente están grabados en lo mas profundo de mi corazón. Esa noche para mi fue una GRAN NOCHE.
